Estamos a mediados de noviembre, queda poco más de un mes para las fiestas navideñas y a principios de diciembre nos espera el magnífico puente de la Purísima (a los que vivimos en España, claro). A la práctica quedan cuatro semanas para que empiece la Navidad. Si queremos ser previsores y ahorrarnos prisas de última hora, tenemos que empezar a planificar muchas cosas.
Las felicitaciones
¿A quién mandaremos una felicitación? Prepara una lista con todas aquellas personas a quien deseas enviársela: clientes, clientes potenciales, colaboradores… Si la tienes de otros años, actualízala. Si la creas por primera vez, guárdala para recuperarla al año siguiente.
Sopesa bien las ventajas y los inconvenientes de las felicitaciones electrónicas y las postales y decídete por una de las dos. Los que prefieran la electrónica dispondrán de más margen de tiempo, pero es menos personalizada y hay que ir con cuidado cuando se envía a varias personas al mismo tiempo. Si decides mandarlas por correo postal, empieza a mirar dónde comprarlas (en tiendas de toda la vida o en Internet) o también puedes encargarlas a un diseñador, aunque quizá ya sea un poco tarde. Comprueba que tengas suficientes tarjetas de visita —nunca está de más ponerlas dentro de la postal— y reserva un día para prepararlas. Es un trabajo más lento de lo que puede parecer.
Hay que tener en cuenta, si finalmente nos decidimos por las postales de toda la vida (me refiero al formato, no al diseño), que correos se colapsa por Navidad, al menos en España. Cada año, por estas fechas, hay unas colas infinitas en todas las oficinas y las cartas pueden tardar una semana en llegar.
Los regalos
Un regalo no significa mandar una enorme cesta de Navidad. No destila modernidad y seguramente no se ajustará a nuestro presupuesto. Se trata de tener un detalle con las personas que han confiado en nuestro trabajo y con las que nos han ayudado a llevarlo a cabo. Si crees que es una buena idea, tómate una tarde libre para darte una vuelta por tu ciudad. No tengas prisa, seguro que darás con algo original.
Las visitas
Quizá sea el momento de hacer un poco de balance con los clientes: saber de primera mano cómo valoran la relación establecida, la comunicación, la calidad del servicio que les prestamos… Ir a verles es una magnífica ocasión para intercambiar impresiones y un buen momento para llevarles en persona la felicitación y un detalle, si así lo hemos decidido. Si están lejos y nos es imposible desplazarnos, siempre podemos llamarles para felicitarles personalmente las fiestas.
El comunicado de ausencia
¿Aprovecharás estos días para hacer unas pequeñas vacaciones y cargar las pilas para un nuevo año lleno de retos y nuevos proyectos? Bien hecho, todos lo necesitamos, pero avisa con tiempo a los clientes para que puedan organizarse ante tu ausencia.
Sí señora, esto es planificar. Esto, tan aparentemente sencillo, que planteas es una de las cosas que más aprecian mis clientes que les enseñe a hacer, planificar y llevar a cabo el plan.
Molt bo Irene.
Pau
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Gracias por recordarme lo de las felicitaciones a los clientes y demás jaja. Estaba un poco en la luna y seguro que no me habría acordado hasta la fecha clave.
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Gràcies, Pau! La verdad es que es complicado desempeñar nuestra profesión propiamente dicha y, al mismo tiempo, gestionar todo lo que la rodea y que es esencial para no quedarse estancado. Y, aunque no es fácil, con los años vamos aprendiendo la forma de organizarnos mejor.
Irene
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¡De nada, Verónica! Cuanto antes esté todo organizado, mejor. De lo contrario, luego llegan las prisas de última hora.
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Hola, Irene:
Esta entrada me ha parecido muy útil y original. Hasta ahora yo siempre he felicitado las fiestas a mis clientes mediante un mensaje de correo electrónico personalizado, pero este año quizá opte por las tarjetas postales manuscritas, que me parecen más cercanas y detallistas.
Saludos,
Isabel
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Hola, Isabel. Mandar postales manuscritas siempre requiere más tiempo, pero la persona que la reciba seguro que lo agradecerá. No tenemos más que ponernos en su lugar: si recibimos una postal con un texto ya impreso y sin ningún tipo de personalización nos causará una impresión muy diferente a una felicitación que va dirigida específicamente a nosotros. Te recomiendo el artículo What to send clients and colleagues for the holidays (http://thoughtsontranslation.com/2010/11/17/what-to-send-clients-and-colleagues-for-the-holidays/).
Saludos,
Irene
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