En las dos últimas semanas, desde que asistí a un seminario de networking y estoy en Twitter, he descubierto la situación de los traductores que desean introducirse en el mercado laboral. No es muy distinta de la que me encontré tras licenciarme, sus inquietudes son las mismas que tenía yo, y siento que tienen los mismos miedos y las mismas esperanzas. Aunque sí hay dos diferencias fundamentales: la crisis –una clara desventaja– y el entorno 2.0 –una enorme ventaja.
¿Qué recomendaciones puedo darles tras estos años de experiencia?
1. Prepara una buena carta de presentación y un buen CV
Si no acompañamos el CV de una carta de presentación, perdemos una gran oportunidad de que nos contacten. Resume tu perfil, explica tu metodología de trabajo, tus puntos fuertes y tus prioridades.
No es fácil redactar una carta de presentación y un CV, así que siempre puedes asistir a algún curso para obtener orientación sobre qué información incluir y cómo estructurarla (en Barcelona: Porta22).
Mis recomendaciones para el CV:
- sé breve: dos páginas como máximo
- pon una foto.
- destaca las combinaciones, las especialidades y la experiencia (si no tienes experiencia indica en qué campos te has especializado durante la carrera o cuáles son los que más te interesan).
- añade también las estancias en el extranjero (programas Erasmus, etc.), son indicadores del conocimiento de la lengua y la cultura de partida.
2. Hazte una idea de las tarifas y elabora un documento
La falta de experiencia no es un motivo para cobrar una miseria. Habla con compañeros o con asociaciones para saber cuáles son los mínimos que uno debería cobrar y, a partir de ahí, decide.
Elabora un documento con tus precios, es algo que te pedirán a menudo, sobre todo las agencias. Sobre este tema recomiendo leer él artículo Tarifas, tarifas, tarifas… en traducción publicado hoy en el excelente blog Algo más que traducir de Pablo Muñoz (al final encontraréis otros artículos con más información).
3. Planifica la búsqueda de empleo
No envíes cientos de CV a la semana de los que después no puedas realizar el seguimiento. Manda cada semana unos pocos, llama al cabo de unos días para saber si lo han recibido y conocer de primera mano qué les ha parecido. Es más fácil recurrir al correo electrónico, pero más efectivo llamar: se demuestra un mayor interés y no tienes que estar pendiente de si te han respondido o no.
Anota a qué empresas lo mandas y algún dato que sea relevante. Si te llaman y tienes dificultades en identificar a la empresa darás una mala imagen.
4. Llama a todas las puertas
Manda tu CV allí donde creas que pueden necesitar un traductor porque nunca se sabe de dónde puede llegar tu primera oportunidad. A mí me llegó tras mandarlo a los medios de comunicación. En Radio Barcelona lo recibieron justo cuando necesitaban una intérprete para el jurado internacional de los Premios Ondas de la Cadena Ser. Tras una entrevista, y a pesar de decirles que no era mi especialidad, me dieron el trabajo. Fue una experiencia maravillosa y tuve la suerte de repetir en cuatro ocasiones. Estas cosas pasan, son causalidades de la vida, pero pasan.
Diles también a todos tus conocidos y amigos de qué trabajas porque pueden surgir oportunidades de trabajo.
5.- Ten cuidado a qué puerta llamas
Hay agencias de traducción archiconocidas por no pagar a sus traductores. Busca información de la empresa, visita su página web, desconfía si no dan datos de contacto y, si es necesario, recurre a otros compañeros para obtener referencias. También ellos te podrán aconsejar con cuáles merece la pena contactar por su profesionalidad (recuerda que siempre se habla de las malas, pero ten presente que hay muchísimas con las que es un placer trabajar).
Cuando una empresa te mande un primer encargo, pide el pago por adelantado o al realizar la entrega o, si el importe es elevado, solicita un anticipo. No tengas miedo, si son serios no podrán inconvenientes.
6.- Las pruebas de traducción, con condiciones
Es posible que te pidan hacer alguna prueba de traducción. Si no es remunerada, acepta hacer un máximo de 300 palabras y pregúntales cuándo recibirás una respuesta. Si pasado ese tiempo no tienes noticias suyas, llama para conocer su opinión. Si tú te has molestado en realizar la prueba, ellos tienen que valorarla y darte una respuesta.
7.- No aceptes todos los trabajos
Es posible que, en cuanto tengas un trabajo confirmado, llegue otro al mismo tiempo. Si crees que no puedes asumirlo, es mejor decir que no. Si te han llamado una vez, volverán a hacerlo. Si lo aceptas pero luego no puedes ofrecer una buena traducción, seguro que no volverán a llamarte.
En nuestro trabajo las rachas son frecuentes: o tienes mucho trabajo o parece que todo el mundo se haya esfumado. Suele pasar que, tras una semana en blanco, a la siguiente tengamos que rechazar proyectos porque no podemos asumirlos. Por mucho que nos pese hay que aceptarlo y ser realistas: si no se puede garantizar la calidad, mejor no aceptar el encargo.
«Por cada cliente descontento, se pierden siete. Por cada cliente contento, se gana uno» (Elizabeth Sánchez en Twitter).
8.- Trabaja en agosto, si puedes
Si tienes flexibilidad y puedes hacer las vacaciones en otro mes, no te vayas en agosto. La mayoría de los traductores sí lo hacen, aunque sigue habiendo un volumen considerable de trabajo y, por tanto, se necesitan colaboradores. Aprovecha incluso el mes de julio para recordarles que estarás disponible durante el mes siguiente. Si te tienen en mente tienes más posibilidades de que te llamen.
9.- Aprovecha el tiempo libre para seguir formándote
Si ahora dispones de más tiempo, inviértelo en formación. No significa necesariamente que tengas que hacer un master, pero sí puedes asistir a cursos o leer artículos que te ayuden a mejorar. En el artículo Formarse más allá de la tradución encontrarás algunas ideas.
10.- Ten paciencia y no te desanimes
Tarde o temprano el trabajo llegará. Es difícil empezar, y más ahora con la crisis, pero hay que ser perseverantes.
«Cuando te entren ganas de tirar la toalla, ponte el albornoz» (Marta Ortells en Twitter).
Muy buenos consejos, Irene. Yo insistiría en el tercer punto: es mejor hacer pocos contactos y de calidad que hacer muchos al tuntún. Hay que averiguar quién es el responsable de recursos humanos de la empresa o, como mínimo, conocer el nombre de la persona a la que nos dirigimos. Evitar el archiutilizado «Estimado Sr./Sra.».
Para buscar empresas, son útiles páginas como TranslatorsCafe, que ofrecen listados de agencias. Si son españolas, una página interesante es http://www.einforma.com.
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Hola, Marta.
Interesante tu blog, que he descubierto hace poco, y esta entrada en concreto. Me atrevería a añadir un undécimo punto: asistir a congresos, jornadas, charlas y demás actividades relacionadas con nuestra profesión. Nunca se sabe, como tú bien dices, quién puede convertirse en tu cliente. Además, merece la pena conocer a otros compañeros de los que siempre se puede aprender.
Bueno, un saludo. Te seguiré leyendo.
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Hola, llevo un tiempo leyendo tu blog (muy interesante, por cierto) y no me había animado a escribir un comentario todavía.
De todos los consejos, me quedo con el último. Yo siempre digo que no hay que pretender que te salga todo bien en un momento, que hay que ir pasito a pasito, pero que en cada pasito hagas algo de utilidad. Y todo sin desesperarse, que, si vales, te lo curras y tienes un pelín de suerte, ya llegarán los resultados 🙂
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José Manuel, gracias por leerme y por el comentario. Yo también prefiero hacer poco pero a conciencia, y creo que es lo que da mejores resultados. Es un poco la idea de dar una atención personalizada a tus posibles clientes. A todos nos gusta que nos traten de forma individualizada y es la mejor forma de ir creando y fortaleciendo las relaciones y poder tener tenemos más posibilidades de lograr nuestros objetivos.
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Gracias, Manuel. Sí, totalmente de acuerdo contigo, si sabemos a quién nos dirigimos siempre tendremos más oportunidades porque estamos empezando a crear una relación y, a partir de ahí, se puede ir generando la confianza. Más vale poco y bien hecho, porque el tiempo invertido dará muchos más resultados.
No conocía einforma, luego la consulto. ¡Gracias!
Irene
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Sí, es precisamente a lo que me refería en el punto 9, pero es verdad que he olvidado incluir congresos, etc. (como bien dices, son momentos perfectos para poder iniciar contactos con posibles clientes o compañeros que pueden llevar a convertirse en colaboradores). Como aún tenía en mente la entrada anterior que estaba dedicada a la formación, no lo he detallado lo suficiente. Gracias por el comentario, modificaré la entrada y añadiré en enlace al post sobre formación.
Saludos y gracias por seguirme leyendo. Espero estar a la altura de las expectativas.
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Hola, Irene:
La lista de consejos que has elaborado es muy buena y completa. ¡Felicidades! Sin embargo, yo matizaría algo respecto al punto 1 si se quiere trabajar como autónomo: a no ser que la empresa a la que vas a enviar tu CV haya pedido expresamente que lo hagas (por ejemplo, porque están buscando colaboradores), yo, como tantos otros profesionales, soy más partidaria de abandonar la idea de «Soy un traductor que busca trabajo» y sustituirla por la actitud de «Soy un profesional que ofrece una serie de servicios (y busca clientes)». Esto implica que, en vez de enviar un CV y una carta de presentación como si se buscase un trabajo por cuenta ajena, conviene redactar una carta comercial con tintes publicitarios ofreciendo y describiendo brevemente nuestros servicios. Al final se puede añadir una frase del tipo «Si desea una copia de mi CV, estaré encantado de facilitársela».
Ya que estamos, otro consejo para los que empiezan: leer blogs de traducción, suscribirse a listas de distribución, etc. y participar en ellos. Esta es también una buena forma de darse a conocer como profesional, hacer contactos, seguir aprendiendo, encontrar ayuda cuando la necesitamos y mantenerse al día de todo lo que se cuece en nuestra profesión.
Y, por último, algo esencial: constancia, constancia, constancia y no tirar la toalla, como bien dices. ¡Ánimo a todos!
Saludos,
Isabel
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Hola Irene:
Suscribo todo lo que mencionas en la entrada y creo que el matiz de Isabel también es muy importante, ya que tal y como menciona ella, así parece que estás ampliando tu «base de datos» de trabajo (como dicen las agencias cuando buscan traductores) más que sonar a «me falta trabajo».
Asimismo, lo ideal es tener una web con tus principales proyectos y tu CV (al menos es lo que tenía en mente yo y así lo hice :P) para poner algo como «en mi web encontrará bla bla bla» y por si acaso añadirla de nuevo junto con tu Twitter, LinkedIn, blog, etc. en la firma para dar imagen de que eres profesional y sabes de lo que hablas. 😉
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Isabel y Pablo, muchas gracias por vuestros comentarios y aportaciones. Estoy totalmente de acuerdo en la precisión de Isabel, es mejor orientar la búsqueda a una ampliación de la cartera de clientes. Otra forma de contactar con el posible cliente es llamarle antes para conocer a la persona responsable de gestionar a los colaboradores, presentarse y ofrecerse a mandarle el CV, así logramos un primer contacto más directo.
A los blogs y listas de distribución, también añadiría las asociaciones de traductores, ya que te permiten entrar en contacto con compañeros de profesión y recibir ofertas de trabajo. Todas ellas son excelentes fuentes de conocimiento y de contactos.
Pablo, tienes razón en lo de la página web. Es interesante porque nos permite aportar más información de la que cabe en dos páginas. Además, ahora con las herramientas 2.0 es posible tener una buena página web gratuita o con poco inversión que nos pueda servir inicialmente y, más adelante, uno se puede plantear crear una que ya sea un poco más profesional. Interesante el apunte sobre las redes sociales, porque sin duda son un valor añadido. Muchas gracias de nuevo por vuestras aportaciones.
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Hola a tod@s, estoy todavía en fase de estudio, me queda mucho por terminar la carrera pero nos podríais decir a qué listas de distribución os referís, podeis citar alguna asociación de traductores?? Muchas gracias de nuevo, la labor que hacéis por nosotros, no está pagada.
Silvana Caballero
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Silvana, yo vivo en Barcelona, así que soy miembro de APTIC, Associació Professional de Traductors i Intèrprets de Catalunya (www.aptic.cat) pero también existe ASETRAD, Asociación Española de Traductores, Correctores e Intérpretes (www.asetrad.org) y otras muchas. En la web de APTIC, en el apartado Enlaces del menú de la izquierda hay una sección denominada «Asociaciones» donde encontrarás todas las que hay en España y el resto del mundo. También hay una sección de «Listas de distribución» donde podrás consultar las específicas del ámbito de la traducción. Además, cada asociación tiene su propia lista de distribución para los socios.
Si necesitas cualquier otra información, puedes contactarme en privado: ividal@irenevidal.com.
¡Espero que te sirva de ayuda!
Un saludo.
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Hola a todos. En este mundo globalizado todos los traductores pasamos por lo mismo. Les escribo desde Mendoza, Argentina. Recientemente me gradué de Traductora y hoy leí tu entrada por medio de una colega en Facebook y me pareció muy interesante. Hemos escuchado esto muchas veces pero, ¡me parece fantástico como lo has resumido!Aquí en Argentina vivimos lo mismo con las tarifas, los CVs y el desconcierto ante el ejercicio de la profesión, por lo que muchos lo leerán y les servirá de buen ayudamemoria. A no desalentarse y seguir todos estos consejitos.
¡Saludos a todos por allá!
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Romina, muchas gracias por tu comentario. ¡Me alegro de que estos consejos os puedan servir de ayuda!
Muchos saludos para tí también.
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Estoy ya en cuarto de carrera y agradezco, mucho no, muchísimo todos estos consejos. A pesar de que el mundo laboral es un tema más que frecuente en las clases, uno siempre siente ese miedo de cómo empezar en este mundillo.. De momento, y como muy bien ha dicho Isabel, ya me he hecho asidua a los blogs de traducción, aunque dentro de poco tocará avanzar. De nuevo, muchísimas gracias.. =)
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Gracias, Sara. Es un placer poder ayudar a los futuros profesionales, aunque sólo sea un poco. Yo hubiera agradecido mucho recibir consejos de cosas que luego he ido aprendiendo con la experiencia.
Saludos,
Irene
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Hola a todos:
Irene, muchas gracias por la entrada, me anoto los consejos. En cuanto al CV estoy con Pablo e Isabel: ir a la búsqueda de clientes, presentar tu perfil profesional y ofrecer tus servicios de traducción, aunque para ello, hay que tener algo consistente que vender y saber hacerlo y cuando se empieza puede resultar complicadillo.
He empezado hace unos meses como freelance y en este momento el consejo 10 me parece vital… Emplear horas y horas, día tras día obteniendo no siempre los resultados deseados, invita en más de una ocasión a tirar la toalla, pero bueno, merece la pena intentarlo y sobre todo, como dice Isabel, se necesita constancia, constancia, constancia.
Os sigo a algunos de vosotros (Pablo, Irene, Isabel…) así que muchas gracias por vuestras aportaciones.
Totalmente de acuerdo con Playmobil. Asistir a congresos, jornadas y demás puede ser muy útil, tanto para aprender, como conocer a otros traductores y tener más contactos en el mundillo. Desde luego, es algo que voy a incorporar a mi lista de actividades del 2011.
Bueno, no me enrollo más… ¡y gracias a todos por compartir vuestras experiencias!
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